domingo, 14 de noviembre de 2010

Reflection of perfection.

Muchos piensan que la perfección de una persona reside en la perfecta unión de las cualidades físicas y mentales de alguien. Otros muchos, más de los que esperas, creen que la perfección es sólo física. Lo dicho de siempre: un buen culo bien arriba, unas tetas bien grandes y como mucho un vientre plano y una sonrisa holliwood-iana.
Pero, ¿y si la perfección ya no gusta? ¿Y si el exceso de perfección nos abruma tanto que preferimos un poco de imperfección para resaltar más el resto?
A día de hoy observo que, por fin, las típicas chicas delgadísimas por "comer" agua con sus caras puntiagudas y sus pechos operados ya no son tan tan "loquieroparami" como lo son las chicas con caras preciosas pero con un par de kilos de más por comerse un buen flan y dejarse de tontás.
Porque sí hijas mias, ya no hace falta que os pongais hasta el culo de pastillas adelgazantes ni que os gasteis el 70% de un sueldo en cremas para disimular esos hoyuelos que se nos hacen a TODAS en los muslos cuando nos sentamos.
Porque una chica preciosa es más tonta que un ladrillo el polvo lo tiene, al chico no.
Y ya si eres inteligente y estás buena, olé tú pero que sepas que ni yo ni muchas te envidiamos aunque no tengamos ese fisico del llamado "toma pan y moja".
Reivindico la mujer con curvas ¡y no de las operadas! Aceptate como eres, quierete con lo que tengas. Da igual que estes delgada o gorda; seas alta o baja; tengas un metabolismo que lo quema todo o que no quema nada.
Olé por la mujer botijo, guitarra, diábolo o palo. ¿Qué más te da?
Quierete tú, porque si no te quieres tú, no te querrá nadie.