lunes, 18 de agosto de 2014

Divagaciones de lunes

Es curiosísimo cuando necesitamos estar acompañados y aún estando rodeados de gente nos sentimos solos. A tener en cuenta también que esto produce más soledad que la misma soledad en sí.
Me preguntó mucho por si lo que pienso, lo que debo pensar y lo que necesito son lo mismo. Quiero estar acompañada, se puede decir que ese deseo es por un bien necesario y sin embargo estando sola es cuando mayor remanso de paz encuentro.
Me recuerda a cuando deseo mucho que las cosas vayan mejor, no puedo evitar decepcionarme cuando van a mejor porque nunca son tan buenas como las imaginé con anterioridad. Creó que muchas veces no sé ni que quiero, me exijo cosas que carecen de importancia una vez las veo cerca.
Me inunda la tristeza.
Y no hay felicidad que la llene.
Cada día me cuesta más querer avanzar. Pero me obligo.

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