Cuando me besas en el cuello.
Cuando susurras en mi oído.
Cuando acaricias mi espalda.
Cuando sonríes y no sé no sonreír.
Cuando cantas en el salón.
Cuando simplemente me miras con tus preciosos ojos azules.
Y todo ello me recorre como una descarga y hace flaquear a todo mi cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario