martes, 13 de diciembre de 2011

Necesitar. Querer.


¿Por qué siempre parecemos necesitar lo que es más difícil de obtener?
En los momentos duros necesitamos un hombro sobre el que llorar, unos brazos que nos rodeen con firmeza o un beso en la mejilla acompañado de un meticuloso susurro que nos diga que todo saldrá bien aunque nadie lo pueda decir con seguridad. Supongo que para ello se necesita conocer a la persona. No todos somos iguales, no todos necesitamos lo mismo… Sin embargo, quiero pensar que todos necesitamos apoyo cuando las cosas se tuercen un poco. Soy de las que piensa que sin familia o amigos en los que apoyarte, todo sería muchísimo más duro.
Puedo sentirme afortunada por tener siempre a mis amigos y a mi familia ayudándome siempre que lo he necesitado. Pero supongo que nunca es suficiente, parece ser que necesitamos lo que no tenemos, anhelamos lo que sabemos que no está ahí y hacemos necesario algo que anteriormente, se nos hacía invisible a los ojos.
Lo considero algo tonto porque aunque me acuerdo de ti, cuando estoy mal te siento más lejos que el día anterior, noto más dolorosa tu ausencia y necesito más un abrazo que nunca. Pero, como todo, nunca llega en el momento en que lo necesitamos.

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