jueves, 30 de septiembre de 2010

Tú.

Crees que no te oigo llorar cuando algo te angustia.
Piensas que no veo cómo caen las lágrimas de tus ojos mientras cantas.
Prefiero que seas tú quien de paso a decirme qué ocurre.
A veces querer es esperar.
Otras es no hacer nada.
Cuando necesites el cobijo de un abrazo, ahí estaré yo cochinilla :)
Cuando precises de un beso en la frente y de caricias en el pelo, pídelo.
Cuando te diga que no te quiero, abrázame, estaré desvariando.
Cuando te mire y llore no creas que es de tristeza, es porque aún no había experimentado esa clase de felicidad.



Para ti, me dejas sin respiración.

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