jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Ha muerto el amor de verdad?

Ayer a cosa así de las 2 de la mañana recibí la oleada de ofertas de todos los días al mail. Hubo una que me llamo concretamente la atención: Divorcio exprés al 56% de descuento. No podía creérmelo. ¿Realmente la gente se divorciaba tanto como para que hubiera ofertas de divorcios? ¿Qué ha pasado con eso de que el matrimonio es para siempre? ¿Qué ocurre con el amor eterno?
Que ha muerto.
No. No ha muerto, lo hemos matado.
Hemos agotado el amor de verdad a base de polvos rápidos, rollos de una noche y líos mentales.
¿Dónde quedó el conocer a la persona? ¿En no acostarte con desconocidos? Joder, ¿dónde ha quedado el romanticismo? Dime, ¿tú lo has visto? Creo que se evaporó junto con el optimismo y la esperanza al empezar una nueva relación.
¿Qué fue del levántate y sigue? Pues que nos caímos demasiadas veces sobre un suelo frío y sobre un mar de desilusiones. Nunca el tiempo es perdido, pero a veces, lo parece.
En ocasiones quisiera volver a esa época donde tu novio era tu mejor amigo de clase al que enganchabas del brazo y al que dabas besos en las mejillas mientras ambos enrojecíais. ¿Dónde quedó ese amor tan inocente y tan bonito?
Problema: que eso de un clavo saca a otro clavo nos lo han inculcado demasiado creo yo.
Lo queremos todo. Queremos un polvo salvaje y desenfrenado, queremos un polvo romántico, queremos cenas a la luz de la luna y con velas, queremos cenas improvisadas, queremos besos rápidos e intensos, queremos morreos apasionados y románticos en el portal, lo queremos todo. Ya lo dice Pereza, "dame que aún te queda, dame un poco más, dame que lo quiero todo".
Espero que aún quede esperanza, porque yo sigo esperando encontrar otra vez a alguien con quien tenerlo todo, porque soy así de egoísta. Lo quiero TODO.

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